lunes, 14 de junio de 2010

ANÁLISIS DE: ¿POR QUÉ PUBLICAR ARTÍCULOS CIENTÍFICOS?

SOLÓRZANO, Gabriel y VELA, Yarima

La reflexión sobre la Cultura del Artículo Científico, nos despertó la curiosidad por preguntarnos el por qué los graduados de maestría, doctorado y docentes del país no hacen del conocimiento público la mayoría de sus trabajos. Nos llevó a indagar sobre las diferentes revistas científicas que existen en el país y a la obligación de investigar de los docentes universitarios.
La actividad científica se incrementó en el país en los años 90, gracias en gran parte a los estudios de posgrado que realizaron los becados de la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho, consecuencia de ellos los centros de formación universitaria iniciaron el desarrollo de sus propios postgrados. Finol (2006). Esto despertó el interés de los docentes por la investigación científica y por su utilización en el conocimiento y solución de problemas locales, regionales y nacionales. La mayoría de estos investigadores formaron parte de los docentes universitarios a los que se les obligó por ley, ejercer la docencia y tener actividades en investigación y/o extensión, tanto así que las universidades públicas nacionales mantienen una secretaría de investigación para el fomento y desarrollo de la investigación científica. Los graduados en universidades extranjeras trajeron consigo el interés por la investigación y en 1990 se crea la Fundación Venezolana de Promoción del Investigador, la cual no solo promueve una competencia entre investigadores, sino que además premia en prestigio y en dinero la actividad de la investigación. También aparecieron numerosas publicaciones científicas, como registro oficial y público de la ciencia.
La capacidad de investigar ha venido a menos en los tiempos actuales, no solo por lo que manifiesta Rojas (2006), en que la educación superior se ha centrado en dar clases, aún con docentes a dedicación exclusiva, sino, por algo de implicaciones más profundas; la masificación de la educación universitaria no solo en las universidades públicas, sino en la denominada “Misión Sucre”. Es importante agregar para el análisis que la política nacional de inclusión ha incrementado el número de profesores contratados “Docentes Libres”, que refuerzan la crítica que el autor hace a la cada día menos investigación de los docentes. En la UNELLEZ por ejemplo, en la carrera de derecho todos los profesores son docentes libres que solo dan sus clases. Así hay carreras en la llamada UNELLEZ- Municipalizada, que se dictan los fines de semana donde tampoco se tienen profesores a dedicación exclusiva. Estos no hacen investigación científica y peor aún no poseen los elementos metodológicos para hacerla, mucho menos publican y si acaso leen algunos artículos científicos.
En el caso de la investigación que se debe desarrollar en los postgrados, refiriéndonos a nuestro entorno, muchos de los trabajos presentados, son “refritos de corte y pega” y no es raro escuchar a los estudiantes decir: “Pagué para me la hicieran”, esto se presenta en parte, debido a la ausencia de investigación en los profesores que dictan postgrado, estando de acuerdo con el Dr. Rojas en que los postgrados se han tornado en “actualizaciones del pregrado”.
Se ha querido reforzar la investigación científica obligando en muchos casos a los estudiantes de pregrado a realizar un “Trabajo de Grado”, que siga los rigores de la investigación científica, pero la falta de docentes que sepan y orienten en ellas ha dado al traste con la intención. Es pues primordial,
enseñar y orientar a los docentes en lo que es y para qué sirve la investigación que ella refuerza su conocimiento en su campo y que es un vehículo para intercambiar ideas sobre los temas de su interés con la comunidad científica internacional.
Se habla pues de comunicar la investigación, habría que hablar primero investigar para después comunicar, pues no se puede comunicar nada cuando no existe investigación. Es pues un deber de los profesores principalmente y de quienes los contratan, en nuestro caso las universidades, exigir docentes que investiguen, que produzcan conocimiento, que se interesen por resolver los problemas de su entorno y desde luego que publiquen y comuniquen sus hallazgos.
El poco conocimiento de la metodología para la investigación, deficiencias en redacción y ortografía, también hacen de la comunicación y difusión del conocimiento un “tabú”, reservado para muy pocos. ¿Cómo enseñamos a investigar y comunicar si no obligamos a nuestros estudiantes a leer artículos científicos? Es pues la poca cultura del “saber ser” investigador.
El investigar y publicar artículos científicos se circunscribe a docentes que tienen cultura de ello, es para estos que las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y sobretodo internet tienen un gran valor, pues el intercambiar opiniones y sugerencias con el mundo científico internacional, refuerza y ayuda a desarrollar sus conocimientos. Es pues internet la manera más rápida y de masiva comunicación que se conoce en el mundo científico y de la cual debemos echar mano si queremos estar a la altura de los países llamados del primer mundo. Es pues una necesidad adaptar de forma
progresiva el formato electrónico, aprovechando las ventajas de la TIC, la que ofrece la difusión global del conocimiento de manera universal y gratuita.
La publicación de artículos en revistas científicas arbitradas es la última etapa de los proyectos de investigación, de tal forma que un proyecto sólo llega a buen término cuando esta etapa se cumple. Es común encontrar la expresión “publica o perece” dentro del ámbito científico, puesto que se considera que la calidad académica de un investigador se suele medir por el número e importancia de sus publicaciones.
Estamos de acuerdo en lo expuesto por Rojas; que la publicación cumple, por sí misma, con varios objetivos dentro del proceso investigativo. Es que es el medio a través del cual se socializan los resultados alcanzados en las investigaciones y se ponen a disposición de la comunidad científica; al publicar en revistas referenciadas en sistemas de indexación y resumen, los principales datos del artículo (autores, título, resumen y palabras clave) se almacenan en bases de datos de información científica, de tal forma otros investigadores los pueden obtener, al realizar búsquedas relacionadas con las investigaciones publicadas. Cuando un manuscrito se somete para su publicación en una revista arbitrada, pares académicos de alto nivel revisan minuciosamente el trabajo y la publicación, per se, es una garantía de la calidad del trabajo realizado. Esto constituye un aval a las contribuciones que se realizan en el artículo publicado. Aun ante el rechazo de un manuscrito, las anotaciones realizadas por los árbitros son una fuente valiosa de información para el mejoramiento de la investigación y el crecimiento académico de los autores. Igualmente, las publicaciones son una constancia de la capacidad del investigador para proponer, ejecutar y canalizar exitosamente proyectos de
investigación. Así, las publicaciones realizadas son el medio por el cual el investigador construye su nombre y prestigio profesional.

CONCLUSIÓN

Es interesante que exista una propuesta de trabajo que impulse la investigación y el dejar el temor de publicar los conocimientos que se tienen en diferentes áreas de la gerencia. Debido a la coyuntura de nuestro país los gerentes, están inmersos en diversas problemáticas poco estudiadas en otros países, por lo tanto hay que construir estrategias adaptadas a nuestra realidad. Por eso es de suma importancia comenzar a generar espacios como estos, para que se de a conocer todo aquello que se investigue, pero se ha quedado guardado en los archivos de los investigadores.

REFERENCIAS
ROJAS, Luis R. (2008). ¿Por qué publicar artículos científicos?
www. Revistaorbis.org.ve 10(4); 120-137

FINOL, José Enrique. Calidad y evaluación de la producción científica en Venezuela: Breve análisis y algunas propuestas. Opcion. [online]. dic. 2006, vol.22, no.51 [citado 06 Junio 2010], p.131-142. Disponible en la World Wide Web: . ISSN 1012-1587.

No hay comentarios: