miércoles, 2 de junio de 2010

Difusión del Conocimiento

¿Por qué publicar Artículos Científicos?

Publicado por el Dr. Luís Rodolfo Rojas, Universidad del Zulia (1)

Por Cándice de Galindo y Dalia Correa (2)

Universidad Fermín Toro

1. Introducción

El desarrollo de la actividad investigativa, esta íntimamente ligada con la difusión del conocimiento, tanto del producto final como de los avances de las investigaciones, en alguna de sus fases. Barrera (3) (2008) sustenta estas ideas como producto de su amplia experiencia en metodología de investigación, haciendo referencia al alto porcentaje de investigaciones que se “engavetan” que condenadas al olvido alertan y exigen una imperativa necesidad de dar a conocer la información que las investigaciones suministran. El esfuerzo que significa efectuar una investigación es de tal magnitud, que resulta incomprensible que sus resultados se ignoren.

Reflexionar acerca de por qué publicar implica, entre otros aspectos, el análisis de nuestras propias aspiraciones como investigadores, así como del entorno en el que nos desenvolvemos y de la realidad histórica por la que estamos atravesando. Las publicaciones científicas se nutren de las investigaciones que se realizan, atendiendo una metodología y en función a una situación que se desea mejorar, potenciar o aprovechar; el resultado de la investigación debe ser difundido, para que se convierta en las flores del jardín del conocimiento, y podamos tener acceso a su amplia gamma de desarrollo y disfrutar de sus aportes. La investigación ha de ser creativa, asumida con seriedad y objetividad, fundamentada teórica y empíricamente, difundida, consolidada en equipos multidisciplinarios y debe contar con el apoyo de instituciones científicas.

2. Publicar Artículos Científicos

La actividad científica entendida como un proceso serio y sistematizado de producción de conocimiento, es propuesto por Rojas (2008) bajo la visión de tres dimensiones fundamentales:

La cultura de investigación

Logro de productos científicos basados en competencias y dominios teóricos y metodológicos

Productos al servicio de la sociedad mediante la comunicación de la ciencia

Las publicaciones científicas se nutren de las investigaciones que se realizan, atendiendo una metodología y en función a una situación, que se desea mejorar, potenciar o aprovechar; el resultado de la investigación debe ser difundido, para que se convierta en las flores del jardín del conocimiento, y podamos tener acceso a su amplia gamma de desarrollo y disfrutar de sus aportes. La investigación ha de ser creativa, asumida con seriedad y objetividad, fundamentada teórica y empíricamente, difundida, consolidada en equipos multidisciplinarios y debe contar con el apoyo de instituciones científicas.

La investigación nutre la docencia, y esta última se convierte en un medio de comunicación de los hallazgos científicos, la esencia de la universidad no es solo dar clases y repetir lo que dicen los libros, es generar conocimiento y pluralidad en el saber, ello se logra por medio de la investigación, al producir un pensamiento crítico, reflexivo, contradictorio, productivo y competitivo que integre el conocimiento, la experiencia y la realidad. La divergencia en la forma de pensar es el primer paso en el cambio de un paradigma y en la evolución de la realidad, de no ser así aun viviríamos en las cavernas, comeríamos carne cruda y careceríamos de lenguaje; es así como la realidad va evolucionando a través de las opiniones opuestas que se convierten en investigaciones y finalmente en teorías, y éstas van sucediéndose unas a otras en la misma medida en la que surgen inquietudes o problemas de investigación.

La universidad ha de ser el centro generador de conocimiento por excelencia, produciendo investigaciones a través de sus maestrantes, doctorándos y docentes-investigadores; ha de existir una línea integradora del saber, la investigación, la docencia y la extensión; tomándose como pilar fundamental la investigación, pero ésta no ha de ser aislada, ni sobre el capricho personal del investigador, por el contrario debe estar vinculada con la realidad de la sociedad que está en el entorno local, regional, nacional e internacional; por ello es tan importante el fortalecimiento del vinculo comunidad-universidad. Investigar para el beneficio de la sociedad.

Sin embargo los postgrados no son fuente generadora de investigaciones (a pesar de que éste es su propósito), tal vez la razón se deba a la diversidad de metodologías existentes y la poca pericia que investigadores noveles tengan, adicionalmente se encuentran los problemas de financiamiento, una investigación concluida y publicada puede arrojar beneficios económicos, pero mientras tanto hay que trabajar en otras cosas que generen ingresos inmediatos, por ello la falta de dedicación es uno de los desencadenantes del Todo Menos Tesis de los tesistas; y en consecuencia es uno de los indicadores de la baja productividad científica de los postgrados.

Se debe trascender de la cultura del repetir a la cultura del investigar, y de la cultura de la tesis a la cultura del articulo científico que presente resultados con valor añadido, publicado en una revista arbitrada y realizado en forma metódica; para dar respuesta a problemas grandes, pequeños, técnicos ó intelectuales; la idea es producir y que ese conocimiento no se quede en un anaquel reservado solo para eruditos, sino por el contrario que sea un conocimiento accesible, con vinculación humana y social. La investigación es una actividad que debe apasionar, nos debemos enamorar de ella, integrarla a nuestro existir y volverla parte de nuestra realidad, en donde la intriga por el saber sea la que trace las vías por las que transite el conocimiento.

3. El “Saber Ser” Investigador

La búsqueda del conocimiento ha de empezar por nosotros mismos y por darle un vuelco al desempeño de los docentes universitarios, ellos deben dejar que aflore la creatividad de sus estudiantes, a través del pensamiento crítico, contradictorio y libre, sin ataduras de esquemas impuestos, y dando pie a la controversia; es duro romper con el esquema conductista y con la evaluación por medio de exámenes, sin embargo tenemos que empezar a generar un cambio de paradigma en donde los proyectos de investigación sean los ejes transversales en la formación universitaria. Es fácil guiar el conocimiento, decir lo que se tiene que estudiar o investigar, lo difícil es ser participe de la generación de conocimiento, es decir, volverse investigador en vez de docente y ser socio en la producción científica. Propiciando la relación aprendiz-maestro, tesista-tutor, se logra avanzar más rápido por el camino de la investigación. De igual forma se requiere el fomento o la creación de centros de investigación, donde diversos investigadores aborden situaciones en forma conjunta, aprovechando las diferencias de cada uno y tomándolas como complementariedades; debemos dejar a un lado las investigaciones individuales y aisladas, porque finalmente el todo es mayor que la suma de sus partes.

En fin, se debe trascender de la cultura del repetir a la cultura del investigar, y de la cultura de la tesis a la cultura del articulo científico que presente resultados con valor añadido, publicado en una revista arbitrada y realizado en forma metódica; para dar respuesta a problemas grandes, pequeños, técnicos ó intelectuales; la idea es producir y que ese conocimiento no se quede en un anaquel reservado solo para eruditos, sino por el contrario que sea un conocimiento accesible, con vinculación humana y social. La investigación es una actividad que debe apasionar, nos debemos enamorar de ella, integrarla a nuestro existir y volverla parte de nuestra realidad, en donde la intriga por el saber sea la que trace las vías por las que transite el conocimiento.

Como actividad creativa, el investigador genera resultados concretos parciales o totales, una expresión de ello lo constituyen los artículos científicos que permiten compartir el saber. Estos temas son planteados a partir de la comprensión de nuevas reglas que lo renuevan como proceso productivo que pasa del trabajar solo al trabajar en quipos, del pasar de trabajar localmente a trabajar globalmente y del pasar de las tesis robustas en paginación a la cultura del articulo y del articulo publicado en revistas impresas a los artículos publicados e medios digitales de acceso abierto.

Ante estos retos, el investigador esta llamado a atender factores de brevedad, concisión, rapidez, globalización, alcance sobre comunidades específicas.

El saber ser de la cultura científica es propuesto por Rojas como un estadio mayor del mero dominio de procedimientos técnicos, lo que caracteriza al científico es el trabajo particular para la búsqueda del conocimiento. De un conocimiento que agrega valor al saber. Un enamoramiento por la aventura del saber. Y sin duda la clave esta en “saber ser gente”.

El rol del Profesor más bien llamado el investigador debe centrar sus esfuerzos en facilitar el aprendizaje mediante la investigación como observador y creador, potenciando la creatividad en las mentes de sus seguidores. Por otra parte el alumno debe abandonar la reproducción del conocimiento por la implicación profunda en la producción.

4. Moviéndonos hacia una cultura de investigación

Rojas, propone dos paradigmas que permitirán evolucionar hacia la tan anhelada cultura de investigación y de producción de conocimiento publicable. Aspectos que son compartidos en este despliegue crítico, teniendo a favor las oportunidades de los grupos globales que gracias a las nuevas tecnologías de comunicación pueden trabajar como equipos virtuales o grupos globales en red.

El primer paradigma pone el énfasis en la formación personalizada que recibe el discípulo del maestro a través de una relación individual, directa e íntima, en el deseo y compromiso de aprendizaje del discípulo, en el seguimiento que el aprendiz. El segundo paradigma se refiere a que el investigador se forma en equipos de trabajo de investigación orientados por proyectos de investigación.

El avance involucra obligatoriamente el cambio de las clases tradicionales en un aula. Convertir las clases en un proyecto de investigación y el cambio de las tradicionales evaluaciones a través de exámenes por contribuciones realmente significativas al avance de la ciencia en el campo respectivo, evaluando por producción y productividad científica, por creatividad y competitividad. Es decir por productos con valor agregado.

La concepción del artículo científico es propuesta por Rojas como 1) una forma de comunicar los productos y de evaluar la producción, productividad, creatividad y competitividad científica, 2) una forma de estructurar y potenciar los equipos de investigación y trabajo, y 3) una forma generar cultura científica cambiando el “saber ser”. Trabajar con exámenes como hace 100 años, o trabajar con investigación concretando artículos.


5. Dosis de Vida del Investigador

Hay una dosis por debajo de la cual la vida del investigador entra en peligro. Consultar menos de cinco artículos científicos por semana o no publicar al menos dos artículo por año puede ser catastrófico. Publicar en papel puede ser hoy perder el esfuerzo y desperdiciar las oportunidades de los e-journals y el acceso abierto. Puede ser la diferencia entre ser y no ser investigador. Añade Rojas, no navegar al menos cinco horas semanales puede significar no estar en red o en el mundo total virtual. O no integrarse a redes internacionales es permanecer en el mundo local, doméstico, sin aprovechar la globalización y cierra la sección con la expresión: “O te enjaulas o te virtualizas”.

6. Justificación de Publicar


La importancia de publicar que ha sido suficientemente atendida en apartados anteriores, es sustentada por Phillips y Pugh (4) (2008) con argumentos que coinciden con lo propuesto por Rojas y que a su vez es compartido por las autoras, asumiendo la escritura como una necesidad y la publicación como una gran oportunidad de entender tempranamente, el funcionamiento de las revistas académicas, recibir feed-back del trabajo investigativo y exponer el nombre del investigador en la esfera publica e iniciar el camino de reconocimiento como académico.

Se destaca el especial interés, por publicar en la revista científica o journals que tiene al menos tres condiciones fundamentales: 1) el hecho de ser arbitrada e indizadas, es decir una evaluación de jueces a “doble ciego” y un “registro” internacional, 2) una periodicidad estable y conocida a fin de facilitar el seguimiento y debate; y, 3) estar prestigiadas y reconocidas por comunidades científicas específicas.

Las revistas digitales o publicadas vía Web lo hacen con mayor prontitud, alcance global, menores costos y mayores beneficios como visibilidad, reportes de acceso, consultas, y otras posibilidades como metainformaciones o hipertexto.

7. Reflexiones finales

En fin, debemos publicar para revelar el esfuerzo del investigador, generar la acumulación del conocimiento y contribuir con el desarrollo de la sociedad. El resultado de la investigación debe ser publicado en revistas arbitradas, lo interesante de ello es que un comité va a evaluar el trabajo, enriqueciéndolo aun más y dándole más validez.

Cuando investigamos (antes de concluir y presentar nuestra investigación) debemos dar nuestro trabajo a otros para que lo lean, así comprobamos si estamos o no plasmando lo que queremos con la investigación, por ello el aporte de especialistas en el área es muy fructífero, por consiguiente no debemos aislarnos como investigadores; a veces no nos gustan las correcciones que otros nos hacen, pero viéndolas desde un punto positivo ellas son aportes que fortalecen el estudio en cuestión.

Se puede decir que hay que asumir la investigación de una forma libre, metódica, seria, vinculada con uno mismo y el entorno; y debe darse a conocer el resultado, principalmente por medio de revistas arbitradas, así como también en jornadas científicas, en actividades de extensión y en la docencia.

8. Bibliografía

(1) Rojas, L. (2008) ¿Por qué publicar artículos científicos?. Recuperado en Mayo 27, 2010, de www.revistaorbis.org.ve 10 (4); 120-137.

(2) Cursantes del Doctorado en Gerencia Avanzada – UFT Barinas / Seminario Comunicación Científica, Prof. Dr. Oscar Martínez. Junio 2010 / candicedegalindo@gmail.com / daliacorrea@gmail.com

(3) Barrera, M.(2008).Sugerencias para redactores, comunicadores e investigadores. 4ta ed. Caracas: Quirón Editores.

(4) Phillips, E. y Pugh, D. (2008). La Tesis doctoral: Un manual para estudiantes y sus directores. España: Editorial Bresca Profit

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