Por Dalia Carolina Correa Osuna
07 de julio de 2010
El desarrollo del presente artículo se basa en las ideas del Dr. Alexander Moreno, quien nos sorprendió con los planteamientos esgrimidos durante la ponencia “La Idea de la Totalidad en la Producción Intelectual”, realizada el pasado sábado 03 de los corrientes, en las “Jornadas de la Comunicación Científica en la Sociedad de la Información”, la sorpresa no radica en el discurso y tampoco en los méritos del insigne doctor, porque es muy reconocido su prestigio. Simplemente el impacto ocurrió a raíz de expresar su cambio de paradigma ante el proceso de investigación, planteándonos que la investigación es arbitraria, es un zigzag entre tinos y desatinos, es un proceso accidental, y allí es donde radica su esencia e interés. Realmente no es un proceso riguroso, sistemático e inequívoco.
Igualmente el doctor explicó que “nadie estudia o investiga aquello que conoce, porque ya lo conoce, pero tampoco investiga lo que no conoce, porque no sabe por donde empezar”, mostrando con ello una dialéctica entre conocer y lo conocido; realmente no partimos de cero cuando investigamos, alguna idea debemos tener sobre esa realidad que deseamos estudiar; pero si ya la conocemos mucho, entonces perdemos el interés en ella ó simplemente consideramos que no necesita ser estudiada.
En oposición a lo inestable del proceso de investigación, el doctor esgrime que la publicación si es rigurosa, indicando que ésta última es el resultado de la primera y por ello debe presentarse atendiendo criterios tanto de forma como de fondo. Plantea la consideración de dos principios básicos que debe llevar todo artículo o producción científica: objetivación y coherencia. La objetivación es un principio fundamental que indica que debe existir verificación, es decir la confrontación de lo planteado en el texto, con los hechos; comprobar si la investigación tiene consistencia con la realidad. El otro principio es el de coherencia, y tal como lo explica el autor, implica que el discurso final debe ser consistente con una lógica escogida.
Finalmente, se puede decir que cuando asumimos el reto de efectuar una investigación lo primero que debemos hacer es leer, indagar lo que se ha escrito sobre ese tema y como ha sido abordado, confrontando distintas investigaciones y aprendiendo de ellas, ésta etapa lleva tiempo y son muchos los tropiezos hasta que llegamos a obtener los resultados; una vez concluido el proceso y obtenido el producto de la investigación lo que debemos hacer es difundir ese conocimiento, para que pueda ser analizado y replicado por otros investigadores, y para que contribuya con el desarrollo y bienestar de la sociedad; tal difusión obedece a las normativas específicas de cada revista científica e implica un proceso ordenado y coherente en la presentación.
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