miércoles, 21 de julio de 2010

SUPLEMENTACIÓN ESTRATÉGICA CON SILAJE DE SOYA Y MAÍZ EN BOVINOS DOBLE PROPÓSITO A PASTOREO EN ÉPOCA DE SEQUÍA

Liésser González
UNELLEZ.- Barinas
liesserjose@hotmail.com

Resumen

El presente estudio tiene como objetivo evaluar el efecto de la suplementación estratégica con silaje de Maíz y Soya sobre la producción de leche en bovinos doble propósito a pastoreo en época de sequía, se aplicó en la “Finca la Venezolana” Municipio Sosa del Estado Barinas. Para llevar a cabo el trabajo se desarrollaron actividades metodológicas tales como reconocimiento de los elementos que inciden en la producción de leche, selección de los animales, establecimiento del consumo diario y las mediciones. Para ello se estudiaron las variables Producción, Consumo por Animal, Costos y Margen Bruto por animal. El trabajo se enmarca en una investigación de campo bajo un diseño experimental transaccional. El diseño estuvo conformado por 2 grupos: experimental y de control, las mediciones se hicieron semanal y los datos se registraron en fichas de campo. Para el análisis de los datos se utilizó la prueba t de Student análisis de varianzas. La investigación permitió comprobar que la suplementación con silaje Maíz-Soya tuvo un efecto significativo (36 %) sobre la producción de leche, aunque económicamente, fue menos rentable que la producción del grupo no suplementado, atribuyéndose la causa al costo del silaje.

Palabras clave: suplementación, silaje, bovinos, doble propósito, pastoreo.

STRATEGIC SUPPLEMENTATION WITH SOY AND CORN SILAGE IN DUAL PURPOSE CATTLE GRAZING IN A TIME OF DROUGHT

Liésser González
UNELLEZ.- Barinas
liesserjose@hotmail.com

Abstract

The present study aims to assess the effect of strategic supplementation with corn silage and soybean on milk production in dual purpose cattle grazing in the dry season, was applied in the "Finca la Venezolana" Sosa Municipality Barinas State. To carry out the work were developed methodological activities such as recognition of the components that affect milk production, animal selection, and establishment of daily measurements. We studied the production variables, for Animal Consumption, Costs and Gross Margin per animal. The work is part of a field study on an experimental design compromise. The design consisted of two groups: experimental and control measurements were made weekly and the data is recorded on field sheets. For the analysis of the data used Student's t test analysis of variances. The investigation revealed that supplementation with silage corn-soybean had a significant effect (36%) on milk production, but economically, it was less profitable than the production of non-supplemented group, attributed the cause to the cost of silage.

Key words: supplementation, silage, cattle, dual-purpose grazing.

Introducción

En Venezuela y en otros países tropicales la producción lechera, se basa mayormente en bovinos doble propósito con una alimentación a base de pastoreo con gramíneas nativas e introducidas. Por tal razón, los pastos no cubren totalmente las demandas nutricionales requeridas por los animales para desarrollarse y reproducirse normalmente. La distribución de las precipitaciones en Venezuela se presentan en dos períodos: uno de sequía y otro lluvioso, en el período lluvioso hay abundante oferta forrajera por lo que los animales tienen buena fuente de alimentación, pero no la suficiente para producir carne y leche en alto porcentaje. En el período de sequía se estima que la producción de biomasa forrajera disminuye hasta 40 y 50% en comparación a la obtenida en los períodos lluviosos, convirtiéndose en el momento mas crítico por el cual atraviesan los animales a pastoreo, disminuyendo notablemente los niveles productivos.

Tal situación se ve reflejada a nivel nacional y en todas las zonas lecheras del país, en este sentido Kowalski (2007), señala que para 2007 la producción nacional no supera los 1500 millones de litros anuales y los requerimientos del país están cercanos a los 2800 millones de litros anuales, así mismo Paredes (2007), señala que los niveles de productividad están entre 3,5 y 4 litros de leche por vacas al día con un intervalo entre parto por encima de los 580 días, un becerro cada dos años, bajo numero de vacas en ordeño con productividad física menor de 1000 lt/ha/año a ello se une un numero de animales que no supera los 1,2 millones con 250 días en ordeño. Todo esto, configura una estructura productiva poco eficiente, de baja productividad, generador de un producto costoso y por consecuencia no competitivo.

En estudios realizados por investigadores como Mancilla (2000), al igual que en pruebas hechas por productores se demuestra que un animal doble propósito responde significativamente desde el punto de vista productivo y reproductivo cuando se utiliza la suplementación estratégica y balanceada en el programa de alimentación. Aún cuando en el estado Barinas existen unidades de producción con rendimientos superiores a los 5 litros/vaca/día, un alto porcentaje de éstas producen por debajo del promedio, aún cuando el plantel de vientres cuenta con animales con mejor capacidad de producción, pero que por falta de eficientes programas de suplementación no demuestran el verdadero potencial productivo.

En lo que respecta al Municipio Sosa, especialmente en el sector “El Perro” la situación no difiere del resto de las zonas productoras de leche y carne del estado Barinas y así lo demuestran los registros de producción llevados por las receptorías de leche la Batalla y San Judas Tadeo las cuales recolectan leche en esta zona del Municipio Sosa. Los datos indican que más de 60% están por debajo de 5 litros/vaca/día. Los distribuidores de insumos y productos de suplementos del mismo sector señalan que un elevado número de productores son reacios a usar suplementación estratégica dirigida y bien formulada de acuerdo a las condiciones genéticas y/o productivas de sus animales, razón por la cual su producción no es superior. La unidad de producción Finca la Venezolana, ubicada en este sector, en la actualidad no posee un programa de suplementación estratégica permanente adaptado a las características productivas de sus animales, lo que ha traído como consecuencia una disminución significativa de la producción, sobre todo en época de sequía situación que ha provocado reducción sustancial de los ingresos en esa época. Al mismo tiempo, que afecta los índices productivos y reproductivos del rebaño, lo que a su vez se traduce en una falta de aprovechamiento del potencial productivo de los vientres y una baja en la rentabilidad del negocio.

Bases Teóricas

La investigación se fundamenta en las teorías relacionadas a la nutrición animal, particularmente en los aspectos de los recursos forrajeros, suplementación bovina, suplementación estratégica de los bovinos a pastoreo, conservación de forrajes y el uso del silaje de soya y maíz en la producción de leche.

Recursos forrajeros del trópico bajo

En el trópico los niveles de producción animal (carne, leche) son inferiores a los obtenidos en pasturas de zonas templadas. Esto se debe en gran medida a que las estructuras de la pastura tropical ofrecen menor densidad de hojas verdes que afecta la eficiencia de cosecha por parte del animal ocasionando un menor consumo de proteína y energía digestible (Farías 2006).

Otros factores que disminuyen la eficiencia del pastoreo son las altas temperaturas y la humedad ambiental que obligan a restringir el consumo durante las horas mas calientes del día y aumentar el pastoreo nocturno. Adicionalmente, en mucha de las explotaciones y por razones de seguridad el ganado es recogido en los corrales durante la noche, generalmente con insuficiente forraje disponible para compensar el menor tiempo de pastoreo diurno (Farías 1998).

La zona tropical tiene la mayor diversidad genética vegetal en el mundo, diversidad que se expresa en el gran número de plantas vasculares por unidad de área. Sin embargo, a pesar de esta riqueza, los modelos de alimentación animal se han basado principalmente en el uso de muy pocas especies vegetales. Aunque la cantidad de especies de árboles o arbustos para los trópicos pudiera estar conformada por cientos de especies, donde la gran mayoría de ellas no se conoce información cuantitativa de su contribución a la producción animal. El valor real como alimento ha sido identificado solo para limitado número de especies por lo que resulta primordial evaluar estos materiales con el fin de aumentar la sostenibilidad del sistema, incrementando el uso de los diferentes recursos biológicos locales (Farías 2006).

Suplementación estratégica en bovinos

La producción de bovinos en Venezuela depende en gran medida de las pasturas bien sea nativas o introducidas, las cuales sufren variaciones en la producción de biomasa y calidad de nutrientes dependiendo de las especies, fertilidad de los suelos y condiciones ambientales en la época seca, siendo el período crítico donde se ve más afectada la oferta forrajera en calidad y cantidad.

De esta forma, la respuesta productiva de los animales está altamente relacionada con la calidad y el valor nutritivo del pasto, por tanto los índices productivos son oscilantes, es decir existen períodos donde los animales tienen respuestas productivas favorables y en otras donde son bajas. En pastos mejorados las respuestas productivas sólo aumentan entre 35% - 50% del peso del animal, pues aparte de los problemas climáticos, también es conocido que los pastos tropicales no proveen los nutrientes necesarios para cubrir los requerimientos nutricionales de los animales en los distintos estados fisiológicos, siendo proteína, minerales y energía las principales limitantes.

Es por eso, que muchos productores tienen necesidad de suministrar suplementación estratégica para mejorar la respuesta animal, y por ende aumentar el beneficio económico.

La suplementación estratégica no es solo completar el requerimiento de los animales en búsqueda de aumentar su respuesta productiva, sino maximizar el aprovechamiento de la biomasa vegetal de bajo valor nutritivo presente en cualquier periodo del año.

La suplementación estratégica debe tener efecto potencial que aumente la capacidad de ingestión del forraje, a través del suministro mínimo pero adecuado de los nutrientes que puedan promover el máximo desarrollo de la función ruminal. Para alcanzar los requerimientos proteicos de animales en las etapas de crecimiento, terminación o de producción (carne o leche) es necesario suplementar dietas con fuentes exógenas de nitrógeno, ya que existe vinculación entre la relación nitrogenada y el consumo de energía, dado que si se favorece la síntesis microbiana por medio de la suplementación proteica, se incrementa la digestibilidad, la tasa de pesaje, y el consumo de materia seca (MS). De esta forma se generan mayor cantidad de productos de la fermentación ruminal disponible para el animal (proteína microbiana y ácidos grasos volátiles AGV), por unidad de materia seca consumida y por unidad de tiempo (Colina 2007).

La producción de leche en Venezuela se abastece principalmente de la ganadería doble propósito, para lo cual el forraje aporta el mayor contenido de proteína, minerales, vitaminas y energías de la ración, a expensas de poca cantidad de alimento balanceado que se suministra al momento del ordeño. En estos sistemas la proporción forraje-suplemento está sujeta a condiciones agroclimáticas propias de la zona, por ejemplo en ecosistemas donde la oferta y calidad del forraje es constante durante todo el año, la suplementación es poco utilizada. Contrariamente, en zonas agroecológicas donde los periodos secos están bien definidos, se disminuye tanto la cantidad como la calidad del forraje. En estas circunstancias, el incremento del suplemento se hace importante para mantener los niveles de producción, como es el caso de la región de los llanos (Colina 2007).

Ante este panorama, una estrategia para enfrentar la baja producción y rentabilidad en estos sistemas es reducir los costos de alimentación mediante la producción de forraje de alta calidad nutricional durante todo el año. Al respecto, investigaciones realizadas en el país indican que los cultivares de soya de elevados rendimientos en granos son también los mas adecuados para la producción de forrajes y ensilajes de buena calidad. El silaje de soya de buena calidad se puede obtener si se adiciona una fuente de carbohidratos solubles como la melaza o el forraje de maíz.

En Venezuela se han logrado excelentes resultados mediante el uso de ensilaje de maíz en los sistemas ganaderos productores de leche, principalmente. Sin embargo, para optimizar su aprovechamiento y respuesta animal, debe ser complementado con fuentes proteicas que generalmente provienen de materias primas foráneas, no obstante esta situación puede ser solventada a nivel de unidades de producción con el uso del ensilaje de soya-maíz. El ensilaje de soya y maíz emerge como una alternativa viable para que los productores dispongan de recursos forrajeros durante todo el año. Es importante resaltar que si el suministro de forraje no se realiza adecuadamente causa una disminución en la carga animal, volumen de producción y en el flujo de caja en la explotación lechera. Además a mediano y largo plazo afectaría los parámetros reproductivos (Colina 2007).

Suplementación estratégica de los bovinos a pastoreo
Para entender porque es necesaria la suplementación estratégica de los bovinos a pastoreo, se debe conocer el principio del metabolismo de las proteínas en los rumiantes y para ello, es importante saber que los microbios del rumen contienen, generalmente 20-60% de sustancias secas en forma de proteína bruta (Mancilla 2000).

El contenido promedio de proteína bruta de las bacterias del rumen, como conjunto, es de 50%. Los protozoos son muchos mas variables en este aspecto, conteniendo en promedio 40% de proteínas brutas con variaciones entre 20-60%. Aunque los hongos y protozoos son activos en el rumen, tanto la síntesis como el flujo de proteína microbiana dependen principalmente de las bacterias (Mancilla 2000).

Los microorganismos ruminales se adaptan, generalmente, en pocos días al uso de nuevas fuentes de proteína o energía aunque necesitan períodos de adaptación más prolongados para ciertos compuestos como el biuret que es una fuente de nitrógeno no proteico como la urea.

En general, la eficiencia de la producción de los rumiantes suele ser limitada por el consumo de energía y por la efectividad de su utilización, no por el suministro de proteína. Las proteínas ingeridas por encima de las necesidades son empleadas como fuente de energía por los microbios del rumen y no constituye un desperdicio completo. El nitrógeno no proteico resulta inútil cuando se ingiere en exceso y puede ser nocivo si se reduce el consumo de materia seca del pasto y forraje, lo que induce a la pérdida de energía en el animal.

La cantidad de proteína que llega al intestino delgado para ser absorbida es la suma de la proteína bruta microbiana y la proteína de la materia seca del pasto o forraje que escapa a la digestión ruminal o sale ilesa de la misma, y denominada proteína sobrepasante (PSP).

En los bovinos que se les exigen altas tasas de eficiencias en producción y reproducción, la proteína microbiana sola puede ser insuficiente para cubrir las demandas de proteína del animal productivo. Proporcionando al intestino delgado proteína adicional (PSP), de elevada calidad, aumentaría la producción en tales casos. La proteína dietética añadida es sometida a degradación en el rumen y solamente una proporción variable de la misma pasa hacia el intestino delgado (Mancilla 2000).

De acuerdo a lo descrito anteriormente, a medida que disminuye la calidad del forraje, también disminuye la ingestión del mismo por parte del animal, lo que resulta en una deficiencia energética. Dependiendo de los forrajes y de los requerimientos del animal, la suplementación con proteína puede solucionar la carencia de energía. A veces la Suplementación directa de energía es necesaria para satisfacer los requisitos energéticos del animal. Sin embargo, es necesario recordar que para que la suplementación dé resultados se hace necesario que la organización de la alimentación básica con el manejo y utilización de la oferta de pastos y forrajes en la unidad de producción donde se quiera implementar se realice de una manera eficiente (Mancilla 2000).

Particularmente en la época seca el forraje no aporta los nutrientes suficientes para producir leche; en el mejor de los casos cubre los requerimientos de mantenimiento.

Por lo tanto, toda la producción láctea debe obtenerse del suplemento. En esta época se sugiere establecer un suplemento colectivo previo al ordeño respectivo de tal manera que la clasificación, para realizar la suplementación individual se haga a partir de un nivel de producción mínimo establecido. Esta estrategia de suplementación permite por un lado utilizar el suplemento en forma mas eficiente porque se considera la producción de leche y por otro lado, corrige en cierta forma la fluctuación que pueda ocurrir en la calidad del forraje al tomar en cuenta la capacidad de carga (Ventura 2005).

Conservación de Forraje y Ensilaje

Entre las grandes ventajas que representa la conservación de pastos, se tiene que se logra un elevado aprovechamiento de la producción y sus excedentes para ser utilizados en la alimentación animal durante períodos de escasez. El pasto se debe cosechar cuando este tiene su mejor calidad biológica y se dispone de una ración alimenticia de suministro constante y uniforme, lo que va en beneficio de la producción y salud de los animales. El ensilaje por su parte es la conservación de forraje mediante un proceso de fermentación parcial, o acidificación logrado a través de la actividad metabólica (fermentativa), de las bacterias que llegan al silo en el forraje. Este proceso se logra almacenando forraje verde cortado, compactándolo para extraerle el aire para, de esta manera, conseguir una elevada presencia de carbohidratos.

Ensilaje de soya: el ensilaje de soya de alta calidad se puede obtener fácilmente si se adiciona fuentes de carbohidratos solubles como la melaza o el forraje de maíz, sorgo u otros componentes altos en carbohidratos solubles. El forraje de soya, y en general el de todas las leguminosas, no se fermenta si se ensila solo. Esto se debe a su contenido relativamente bajo de azucares solubles y a su alta capacidad amortiguadora que impide que baje el pH del ensilaje (Mc Donald y Bolsen 2001).

Uso del ensilaje soya-melaza y soya-maíz en la producción de leche
Este aspecto depende mucho del sistema de alimentación al que se encuentre adaptadas las vacas. El potencial del forraje de soya fermentado para reducir los costos de producción de leche, mediante la sustitución parcial del alimento balanceado, ha sido confirmado con vacas lecheras en Costa Rica. La sustitución de 13,6% del concentrado por silaje de soya, fermentado con 8% de melaza de caña de azúcar, no influyó en la producción ni en la calidad de la leche de vacas Holstein en plena producción, bajo un sistema de Estabulación en el trópico húmedo de Costa Rica, pero redujo los costos de producción en 7%; cuando se sustituyó 50% del silaje de maíz en la dieta regular de las vacas por silaje soya-maíz melaza, se logró un incremento de 1 Kg. de leche/vaca/día, aumentando aún más la rentabilidad.

Como conclusión se llegó a que existe consenso en que la forma lógica de aumentar la competitividad de los sistemas de producción de leche en el trópico, particularmente de aquellos sistemas doble propósito, típicos de Costa Rica y Venezuela, es mediante la alimentación del ganado con forrajes de buena calidad, producidos localmente (Tobías 2004).

El desarrollo reciente de variedades de soya con buena adaptación en el trópico americano, le abren oportunidad al ensilaje y a otros métodos de conservación del forraje de soya como una alternativa nutricional en épocas de baja disponibilidad de forraje en los países tropicales (Tobías 2004).

Experiencias realizadas en Venezuela, específicamente en la zona Sur del lago, donde se formularon tres diferentes dietas con ensilaje de soya y maíz, la primera denominada la tradicional, la segunda donde sustituyó parcialmente el alimento concentrado por ensilaje soya y maíz y la tercera utilizando la misma cantidad de alimento balanceado sustituyendo parte de los forrajes de los potreros. Los resultados obtenidos demostraron que el ensilaje de soya y maíz que se produjo como respuestas de estas tres experiencias, tiene potencial para aportar toda la proteína y la energía neta de lactación para producir 9,75 Kg. de leche. Sin embargo, si a las vacas con potencial genético se les exige producir 11,3 Kg de leche, el silaje de soya y maíz se tendría que suplementar con un alimento energético.

Desde el punto de vista de los costos los resultados señalan que la sustitución parcial del alimento balanceado (18% PC) por el ensilaje de soya-maíz permitió disminuir en 12% los costos de producción del componente alimentación. De igual manera al utilizar la misma cantidad de alimento balanceado y sustituir parte de los forrajes de los potreros por 15 Kg. de ensilaje de maíz-soya le reporta a los productores un mayor margen bruto en la producción de leche.

El experimento en esta región del país concluyó que en sistemas de producción agropecuaria la implementación de un programa para la conservación de forrajes húmedos como el ensilaje, se concibe como alternativa idónea para garantizar la uniformidad en el suministro nutricional de la ración de los animales durante el año, así como, en las épocas de mayor escasez. De igual, manera el aporte de proteína y energía proveniente del ensilaje soya-maíz en vacas con alto potencial genético, permite incrementar sus niveles de producción. Ambas situaciones buscan maximizar la rentabilidad y el incremento de la carga animal por unidad de superficie en la unidad de producción (Tobías et al. 2004).

En otro experimento llevado a cabo en la unidad de producción Pozo Azul de Costa Rica se utilizaron tres grupos de animales de raza Holstein con un peso promedio 550 Kg. y producción promedia 18 Kg./vaca/día bajo estabulación total de primera lactancia, con un primer grupo como testigo al cual solo se le suministró alimento concentrado, el segundo se le suministró ensilaje de soya sustituyendo 13,6% del alimento concentrado y el tercero donde se le adicionó ensilaje soya sustituyendo el 27,2% del alimento concentrado. Los resultados de este experimento demostraron que la sustitución del 13,6% de alimento concentrado por ensilaje de soya no afectó el consumo de materia seca ni la producción de leche pero se redujo en un 7% los costos de alimentación. Por otra parte, la sustitución del 27,2% de alimento concentrado por el ensilaje de soya redujo el consumo de materia seca y la producción promedia en 1,6 Kg./vaca/día (Tobías et al, 2004).

En el mismo orden de ideas, otro experimento en esta unidad de producción con ensilaje de soya-maíz en un grupo de animales con las mismas características se observó un aumento de la producción en 1,2 kg/vaca/día y una disminución en los costos de alimentación. Esta respuestas en la producción de leche y su impacto en los costos del ensilaje de soya-maíz demostró el potencial que tiene el ensilaje de soya cuando se combina con algún tipo de gramínea (maíz, sorgo) en un sistema de producción de leche en el trópico como es el caso de Venezuela (Tobías et al, 2004).

Materiales y Métodos

El estudio se inscribe en una investigación de campo con un diseño experimental, al respecto, Fidias (2006), señala que la investigación experimental consiste en un proceso que somete a un objeto o grupo de individuos a determinadas condiciones para luego observar los efectos o reacciones que se producen, es decir, el efecto producido por la acción de una variable sobre otra por lo que existe una manipulación de éstas. En este caso se trata de medir el efecto que tiene la suplementación estratégica con silaje de Maíz-Soya sobre la producción de leche.

El experimento se llevó a cabo en la unidad de producción Finca La Venezolana ubicada en el sector El Perro, Parroquia Vegón de Nutrias, Municipio Sosa del Estado Barinas. Es una explotación doble propósito a pastoreo semi intensivo bajo la modalidad vaca-maute. Se realiza un solo ordeño con apoyo al becerro, mientras que los machos son levantados hasta alcanzar un promedio de 250 kilogramos por animal. La unidad posee un total de 112,14 hectáreas distribuidas en: 2.96 Hectáreas de infraestructura, 10 hectáreas de reserva, 99.18 Hectáreas dedicada directamente a la producción. Se encuentran 80 ha con pastos cultivados (Brachiaria tanner, Cynodon plectostachyus, Brachiaria brizantha, Cynodon dactylon, Leersia hexandra) y el resto con pastos naturales. Para el experimento se utilizó un total de 18 hectáreas, la precipitación de la zona de influencia del área de estudio presenta una media anual de 1.800 mm, concentradas entre 6 y 9 meses en el año, con una marcación seca que limita la producción de algunos rubros agrícolas, la temperatura promedio es de 27°C, con una máxima de 34°C; la humedad relativa promedio alcanza valores de 80% aproximadamente y los vientos que predominan alcanzan un promedio de 8 Km/hora.

Las unidades experimentales la conformaron vacas mestizas de las razas lecheras Holstein y Carora, el grupo seleccionado fue de 20 animales distribuidos aleatoriamente en dos grupos. Los animales poseen una condición corporal de 3 aproximadamente, entre un rango de 1 – 5, peso promedio de 350 kg, lactancia promedia de 60 y 90 días y numero de lactancias promedias de 4. Por otra parte, mantienen buena salud con base a un plan sanitario básico y preventivo que se aplica en la unidad de producción, programado y supervisado por un médico veterinario. El diseño que se utilizó en el ensayo fue el de medición previa y posterior con grupo de control. Tanto para el grupo experimental como al grupo de control, se realizó mediciones continuas durante el período de experimentación. Los grupos quedaron organizados de la siguiente manera:

a.) G1: Control = Pastoreo: constituido por el grupo de vacas no suplementadas o de control, estarán solamente a pastoreo con las vacas suplementadas.
b.) G2: Experimental = Pastoreo + Silaje de Maíz-Soya: vacas suplementadas con silaje de Maíz-Soya, y pastorean junto con las vacas no suplementadas.
El estudio se llevó a cabo durante 90 días, dividido en dos partes: un período de adaptación de 30 días y otro de medición de 60 días en la época de sequía. La cantidad de silaje que se suministró fue de 15 kilogramos por animal por día luego del pastoreo en horas de la tarde, distribuido en la siguiente forma: durante los 30 días de adaptación se suministró en la primera semana 3,75 kg/vaca/día; en la segunda semana se adicionó 3,75 kg/vaca/día, lo cual dará 7,5 kg/vaca/día; en la tercera semana se adicionó 3,75kg/vaca/día sumando 11,25kg/vaca/día y en la cuarta semana se sumo 3,75kg/vaca/día, completando de esta manera la cantidad total que se debía suministrar por animal durante el período de adaptación. A partir de este momento, y en los próximos 60 días se suministró la ración completa de 15kg/vaca/día en forma permanente finalizando los 90 días del experimento.

Referente a la medición de la producción, se realizó quince días antes de iniciar el experimento, luego el primer día del experimento o en la primera semana, posteriormente se realizaron mediciones continuas semanales hasta culminar el experimento

Para procesar y analizar los datos resultantes del experimento se usó el programa estadístico SPSS, de igual manera el análisis estadístico para medir la efectividad de la suplementación con silaje de Maíz-Soya se fundamentó en la prueba t de Student. El análisis de la varianza permitió evaluar las diferencias entre las medias de los grupos. Así mismo se aplicó la prueba de Levene para evaluar el efecto combinado semana x grupo al evaluar la producción día a día y la homogeneidad de los 2 grupos. Por otra parte, a través de las medias se analizó la evolución o comportamiento de la producción durante el período de ensayo, mientras que la evaluación económica se hizo con base a los costos de la suplementación y los ingresos provenientes de la producción adicional que se obtuvo, producto del suministro de silaje, para ello se determinaron los indicadores técnicos económicos que reflejan los márgenes de rendimiento y utilidad.

Resultados

Oferta forrajera
Para el desarrollo del ensayo se utilizó un área de 18 hectáreas conformada por pasto estrella (Cynodon plectostachyus) y tanner (Brachiaria tanner), distribuidas en 9 potreros con 18 días de descansó. La oferta de biomasa forrajera para el inicio del ensayo indican un rendimiento de MS/ ha de 1804,10 Kg en promedio, el contenido de proteína cruda (PC) de la pastura fue de 6,50%. El contenido de Fibra Neutro Detergente (FND) y Fibra Acido Detergente (FAD) fue de 67,34 % y de 45,6 % respectivamente. El valor de la ceniza presente en el pasto es de 8,50%, Extracto Etéreo (EE) 1,28%, Nitrógeno Total (NT) 1,30%, Fibra Cruda (FC) 27,80 % y Extracto Libre de Nitrógeno (ELN) 52,60%, Fibra Neutro Detergente 64,21% y Fibra Acido Detergente 45,80%. Los resultados obtenidos del análisis químico de las pasturas en la UP Finca La Venezolana, evidencia el mal estado de las pasturas y por ende el déficit nutricional de los animales.

Respecto a la composición química del Silaje Maíz-Soya con una proporción 65 : 35, respectivamente, fue 24,3 % materia seca, 12,5% proteína cruda, 1,28 energía neta de lactación, 58,0 % de fibra neutro detergente y 7,1 % de lignina. Estos valores resaltan el contenido de proteína cruda y energía (expresada como energía neta de lactación), mostrando así el potencial nutricional del silaje.

Respuesta animal

En el siguiente cuadro se observa la producción promedia por vaca día para las 12 semanas del experimento. El análisis de la varianza para los pesajes de leche semanales revelo diferencia significativa (P<0,05) entre el grupo suplementado y no suplementado (G2 y G1), para el período de 90 días que duró el experimento. Esto significa, que el grupo control (no suplementado) alcanzó menor rendimiento promedio que el grupo suplementado

Comportamiento productivo en vacas suplementadas

En el período de acostumbramiento, la producción promedia mantuvo un crecimiento constante equivalente a 0,32 lt/vaca/día en promedio por semana, al pasar de 4.49 lt/vaca/día a 5.46 lt/vaca/día, lo cual representa un incremento de 1 lt/vaca/día aproximadamente o de un 21.6% en la producción promedia, el comportamiento de la producción continuó su ciclo ascendente hasta ubicarse en 6.03 lt/vaca/día en la semana número 8 del ensayo y cuarta semana del período de medición, constituye el pico máximo alcanzado en todo el experimento. Este valor representa un aumento de 1.54 lt/vaca/día con respecto a la primera semana del experimento lo que representa el 34.3%. A partir de la semana número 8 hasta la semana 12 la producción presenta una leve disminución en comparación a la semana pico (8) observándose un promedio de 5.77 litros/vaca/día; es decir, 0.26 lt/vaca/día menos, equivalente a un 4.3%, siendo la semana 12 la que muestra la menor producción de las últimas 4.

Tabla 1. Producción promedia litros/vaca/día en vacas doble propósito durante las 12 semanas de experimento en la UP Finca La Venezolana.

GRUPO-PESAJE A 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
Experimental 4.63 4.49 4.74 5.05 5.46 5.64 5.65 5.68 6.03 5.74 5.80 5.84 5.73
Control 4.28 4.39 4.08 3.98 3.82 3.53 3.42 3.29 3.35 3.05 2.94 2.88 2.80
Diferencia 0.35 0.10 0.66 1.07 1.64 2.11 2.23 2.39 2.68 2.69 2.86 2.96 2.83
Fuente: Registros de Producción UP.
A = antes del experimento

Comportamiento productivo en vacas no suplementadas: la producción por vaca durante el experimento del grupo control muestra una disminución progresiva a medida que transcurre el ensayo. En efecto, en la primera semana el rendimiento se ubicó en 4.39 litros/vaca/día, pasando a 3.35 litros/vaca/día en la semana 8 hasta alcanzar 2.80 litros/vaca/día en la semana 12 lo cual corresponde a la última del experimento. Estos valores representan una diferencia de 1.59 litros/vaca/día entre el inicio y el final del estudio y de 0.93 litros/vaca/día en promedio durante el lapso. El declive en la producción representa una disminución progresiva de 4.71% semanal y de 36.21% en 90 días.

Tabla 2. Promedios comparativos en producción lt/vaca/día en 2 grupos de bovinos doble propósito.

Grupo Lt/vaca/día Lt/vaca/día Lt/vaca/día
Max.(sem.8) Min.(sem.12) Promedio
Experimental 6.03 5.73 5.40
Control 3.35 2.80 3.46
Diferencia 2.68 2.96 1.94
Fuente: Tabla 1.

Resultados Económicos

El ingreso promedio obtenido por el grupo experimental fue superior en 3,20 Bs/vaca, lo que representa 55,7 % por encima del grupo control; el costo del suplemento fue de 4,50 Bs/vaca lo cual produce un Margen Bruto de 4,41 Bs/vaca. El ingreso promedio por vaca en el grupo control se ubicó en 5,71 Bs/vaca produciendo un Margen Bruto en igual cantidad. Al comparar ambos margen, se determina que mientras el margen obtenido por el grupo experimental representa 98% de los ingresos, el del grupo control corresponde a 100 %, por la ausencia de costos en suplementación. El Margen Bruto del grupo experimental presentó una diferencia de 1,30 Bs/vaca con respecto al grupo control, equivalente a 29,5 %. Al relacionar la producción promedia de ambos grupos se observa que el incremento del grupo suplementado sobre el grupo no suplementado fue de 1,94 lt/vaca, es decir, 56,1 %; mientras que el marguen del grupo suplementado fue inferior al no suplementado en 29,5 %. Estos resultados indican que la variable incidente en los resultados económicos menos satisfactorios en el grupo suplementado lo constituye el costo del silaje.

Discusión de Resultados

La disponibilidad de pasto fue inferior al valor crítico (2000 kg MS/ha) que reportó (Minson1981), por lo tanto la oferta se ubicó en los parámetros considerados niveles críticos. Estos valores fuero inferiores a los obtenidos por Mancilla (2006), quien informó 3004 y 2680 kg MS/ha antes y después del pastoreo. Respecto al contenido de MS del forraje encontrado en el sistema, satisface los requerimientos (30% MS) de animales en pastoreo, (Mancilla 2006, Mancilla et al 2008). El menor número de días de descanso por potrero en el pastoreo rotacional influyó en la menor recuperación del pasto luego de la defoliación por los animales. El contenido de MS es afectado; por la edad de la planta y los días de ocupación y descanso de los potreros.

De acuerdo a Sánchez (1999), los nutrimentos que aportan los pastos de mayor importancia que deben analizarse en la producción de leche a pastoreo, son proteína cruda, fibra neutra detergente, energía estimada, digestibilidad de la materia seca. Además del calcio, extracto etéreo, entre otros. En este sentido, si se estima que para éste tipo de animales los requerimientos, son aproximadamente de 10% de proteína cruda en la ración, entonces valores observados indican la existencia de un aporte insuficiente de proteína para los animales (Pérez 1999), sin lugar a dudas esto hace que agrave el problema nutricional que presentan los animales, por cuanto se mencionó anteriormente la existencia de una baja disponibilidad de MS/ha, lo que en consecuencia limita el consumo de los animales.

Por otro lado, en las pasturas de excelente calidad los niveles de FND están por debajo de 41% Alpizar (2007). Los niveles de FND obtenidos en las pasturas de la UP son superiores a los requeridos según el autor; por tal razón, se infiere un bajo consumo de pasto y aprovechamiento de MS por parte de los animales. En consecuencia, al encontrarse los niveles de FND muy altos en las pasturas los animales no consumen la materia seca necesaria para producir leche y carne en buena proporción.

Respecto a los resultados del análisis del silaje éstos resaltan el contenido de proteína cruda y energía (expresada como energía neta de lactación), mostrando así el potencial nutricional del silaje proporcionado, cubriendo de esta manera parte del déficit nutricional de los animales, resultados que están en concordancia con los presentados por diversos autores.

Análisis comparativo de la producción entre el grupo experimental y de control: la producción de leche para ambos grupos muestra un comportamiento inversamente proporcional; mientras en el grupo experimental la producción indica una tendencia creciente hasta la semana 8, con disminución poca significativa en las restantes 4 semanas, la del grupo control presenta disminución continua. Al comparar el punto máximo en ambas tendencias se observa que el grupo experimental alcanzó su mayor pico en la semana numero 8 con un rendimiento de 6.03 lt/vaca/días, el grupo control presenta su producción mínima en la semana numero 12 con rendimiento de 2.80 litros/vaca/día. Para ambos casos la diferencia en la semana 8 y 12 es de 2.68 litros/vacas/día y 2.93 litros/vaca/día respectivamente, lo cual representa 80% y 104.6%. Esto quiere decir que entre la semana 8 y la 12 del ensayo el grupo experimental duplicó la producción del grupo control. El comportamiento productivo mostrado por el grupo control, es característico de los llanos occidentales venezolanos en sistemas de producción animal doble propósito a pastoreo sin suplementación en la época de sequía, y característico de aquellos productores con sistemas de pastoreo tradicional (Camargo 2002). Así mismo los valores alcanzados en el grupo suplementado fueron superiores a los obtenidos por Tobías (2004), quien reportó un incremento 1 kg/leche/vaca/día en el mismo período y similares condiciones a los obtenidos en la zona por Arístides (2008), quien informó un aumento de 2 litro/vaca/día para la época de sequía.

Los resultados indican que la producción de leche en el grupo experimental tendió a incrementarse a medida que los animales se acostumbraron a la ración completa de silaje hasta alcanzar un máximo en la octava semana, para luego iniciar una disminución poco significativa en las siguientes 4 semanas. Ambos comportamientos en el último período está asociado a la etapa crítica de la época de sequía cuando la oferta forrajera presenta su mayor déficit.

Respecto a los resultados económicos, el ingreso promedio obtenido por el grupo experimental fue superior en 3,20 Bs/vaca, lo que representa 55,7 % por encima del grupo control; el costo del suplemento fue de 4,50 Bs/vaca lo cual produce un Margen Bruto de 4,41 Bs/vaca. El ingreso promedio por vaca en el grupo control se ubicó en 5,71 Bs/vaca produciendo un Margen Bruto en igual cantidad. Al comparar ambos margen, se determina que mientras el margen obtenido por el grupo experimental representa 98% de los ingresos, el del grupo control corresponde a 100 %, por la ausencia de costos en suplementación. El Margen Bruto del grupo experimental presentó una diferencia de 1,30 Bs/vaca con respecto al grupo control, equivalente a 29,5 %. Al relacionar la producción promedia de ambos grupos se observa que el incremento del grupo suplementado sobre el grupo no suplementado fue de 1,94 lt/vaca, es decir, 56,1 %; mientras que el marguen del grupo suplementado fue inferior al no suplementado en 29,5 %. Estos resultados indican que la variable incidente en los resultados económicos menos satisfactorios en el grupo suplementado lo constituye el costo del silaje.

Los valores obtenidos por la evaluación económica señalan que si bien el uso de silaje Maíz-Soya tuvo un efecto positivo en la producción, al observar un incremento de 36 %, el efecto económico fue desfavorable en comparación con la producción no suplementada al ubicarse el Margen Bruto por debajo de ésta. Las causas de este comportamiento obedecen al elevado costo del suplemento ubicándose en 0,3 Bs/kg, valor diferente al presentado por Tobías et al (2007), cuyo costo fue de 0,055 Bs/Kg. Esto sugiere la necesidad de que los productores traten de producir silaje en sus Unidades de Producción.

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