miércoles, 7 de julio de 2010

Vídeo de Richard P. Feynman: El placer de descubrir



Por Cándice de Galindo y Dalia Correa
Universidad Fermin Toro
Doctorado en Gerencia Avanzada
Barinas-Venezuela


La revisión de los videos de la entrevista a Richard P. Feynman, titulada "El placer de descubrir", permite compartir la visión de este valioso científico respecto al proceso de aprendizaje y a las riquezas que envuelve el descubrir, el investigar y del compartir el saber.

Feynman como físico teórico neoyorkino, se muestra como una excelente referencia en el transitar del conocer y destaca entre sus honores el ser ganador del premio Nobel de Física en 1965 por su trabajo en la electrodinámica cuántica, con amplias consecuencias en la física de las partículas elementales; reconocido por sus obras, como uno de los más importantes científicos de este siglo, comparado con hombres tales como Albert Einstein. (Diaz, 2006)

Inicia con la comparación entre dos visiones de una misma imagen, la visión entre un científico y un artista plástico y destaca a la ciencia como la vía que permite percibir más tipos de belleza al contemplar una flor de los que es capaz de detectar un pintor, desarrollando reflexiones sobre forma y color de la flor.

La investigación como un placer es presentada con la siguiente afirmación “El proceso investigativo se cruza con lo cotidiano, invade nuestra vida, pero nos causa un placer, nos dá alegría, nos brinda la posibilidad de vivir, de acercarnos a diversos fenómenos y palparlos de una manera deferente” (Parra, 2007, p.97) quien dedica su articulo hace un importante análisis del acercamiento de la complejidad científica a la cotidianidad del hombre a fin de hacer más accesible el conocimiento al ciudadano común, que preparado con una visión global pueda apreciar aun más el valor de las maravillas que le rodea, visión difundida ampliamente por Feynman.

El video destaca la importante misión que en el aprendizaje represento el padre de Feynman, y el método que empleaba su padre al enseñarle a descubrir los principios de su entorno a través de la observación y recordar el nombre por ejemplo de un ave, no solo en español sino en varios idiomas, era la profundidad de un conocimiento que aun estando referido a la cotidianidad estimulaba al niño que posteriormente sería un gran científico a disfrutar el valor del descubrir, del conocer, del aprender en la práctica.

Comenta que su padre le leía párrafos de la Enciclopedia Británica sobre dinosaurios y se los comentaba con ejemplos cercanos para que pudiera comprender la dimensión de los dinosaurios. Reporta su primer encuentro con el cálculo a la edad de 13 años, en la biblioteca al solicitar y leer el libro de Calculo para el hombre practico, mintiendo al decir que era para su padre cuando la bibliotecaria le advirtió que no era un libro para su edad. Logrando obtener una comprensión tan profunda del hecho aprendido que le es posible explicarle Cálculo a su padre, quien se interesa en leer el libro sin comprenderlo asumiendo Feynman que él había aprendido por primera vez más que su padre.

El científico compartía la idea de que el docente debía investigar, considerando contraproducente separar las dos carreras profesionales. Para ello procuró ubicarse en el ámbito laboral en las aulas incentivando a investigar en docencia
y aplicar los métodos de la investigación a la tarea docente que deberá publicar estudios serios que comuniquen la ciencia al común de la gente.

La solución no está en optar por docencia o (exclusivo) investigación sino en complementar la docencia con investigación. No se trata de desprestigiar y abandonar la investigación sino de elevar el prestigio de la docencia.


Barbero (2009), desarrolla ampliamente un recorrido por las emociones que el científico experimenta al estar inmerso en estudio investigativos que pueden en ocasiones estar contrastando con sus principios, tal caso es expuesto en la entrevista a Feynman, al referirse a su trabajo en Los Alamos, comenta sobre sus emociones cuando supo que la bomba atómica había sido arrojada sobre Hiroshima, recuerda su reacción eufórica y de gran excitación. Entre fiestas y celebración mientras la devastación se registraba en Hiroshima, en Los Álamos. Para Feynman, el placer de descubrir, de crear, es la máxima motivación para su trabajo.

Dedica importante atención al tema de la religión y la ciencia, y una interesante concepción de la actuación apegada a la moral y ética cristiana que facilita al científico la comprensión de la extensión creativa de Dios, a quien Feynman llama el Gran Arquitecto. Sus ideas respecto a Dios, le permitieron en sus clases y diversas ponencias, presentar a sus estudiantes la visión especial que le otorga al científico la posibilidad de la duda o incertidumbre, que le motiva a investigar, a conocer y aceptar que la complejidad y los misterios de la ciencia residen en la divinidad que la mente humana esta lejos de comprender.

Por ello concluye su entrevista diciendo:
Es mejor vivir con dudas, sin saber las respuestas, que teniendo respuestas equivocadas.


Regencias Bibliográficas

Barbero, S. (2009). Los científicos y el principio de responsabilidad. Acontecimiento, (90), 15-19. Consultado en Junio, 28, 2010 en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2946120.

Diaz, C. (2006). Richard P. Feynman (Nobel de física 1965). Consultado en Junio, 28, 2010 en http://blogs.creamoselfuturo.com/nano-tecnologia/2006/10/03/richard-p-feynman-nobel-de-fisica-1965/.


Parra, O. (2007). La investigación es un placer. Aquichan, Vol. 7, (1), 88-95. Consultado en Junio, 28, 2010 en http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2362046.

Yvorra, E. (2007). Richard P. Feynman Recorriendo su obra. Consultado en Junio, 28, 2010 en http://personales.ya.com/casanchi/ref/feynman01.htm.

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